En lo que fue una laguna hasta el siglo XXI, hoy existe un yacimiento arqueológico rico en especímenes, especialmente de Gonfoterios.

La laguna de Tagua-Tagua fue secada gracias al megaproyecto llevado por don Francisco Javier Errázuriz Sotomayor, en busca de evitar los anegamientos que ocurrían cada invierno por aquel entonces.

De esta manera, se intervino la geografía para cambiar la laguna por la estructura por la que hoy transita el agua, a la cual se le conoce como socavón, en los cuyos perfiles se han encontrado un sin número de restos óseos de animales prehistóricos.